La señora es la misma,
la lluvia es fría,
no veo ninguna sombra,
el aire se detiene frente a mí,
una leve fiebre,
y los colores giran.
El techo es oscuro,
la vieja se acerca
sí, es la misma de siempre,
está ahí,
del otro lado de la cama,
me mira, sonríe,
\"ven a mis brazos\",
tengo miedo,
la fiebre, la fiebre
y esa vieja que me mira.