El otoño ya está aquí. Con su luna nueva. Lo veo desde mi cueva. Sentado como pobre alfaquí. Los pájaros vuelan en bandadas. En un territorio sin fronteras. Ellos no conocen barreras. Ni más diosas que las divinas hadas. Los niños juegan en la plaza. Sus gritos son solo de alegría. Para ellos es luminoso el día. Juegan libremente sin amenaza. Llega la escuela. Reglas y deberes. En estos pequeños seres. No dejará secuela