Que más le puedo pedir a la noche; estrellas tiritando a lo lejos,
La compañía de mi guitarra, un buen vino y tú, aqui conmigo.
Pareciera que la noche está completa, sin aun besar tus labios
Sin que mi corazón se abra para que entres y reines desde ahí.
Mi guitarra se sabe las notas de tu risa, acompaña tu gozo
Mientras mi pensamiento va detrás de tus sueños.
Quiero que esta noche no quede suelta ninguna fantasía,
Las quiero juntar todas, hacer un ramillete de vida.
Cuando caiga la noche en tu espalda desnuda, dibujar el amor,
Escribiré con tinta de estrellas color deseo unos versos
Llegare descalzo a la puerta de tus ansias y dejare mis pecados
Para que nuestra entrega divina sea una ofrenda al cielo.
Quiero que tu cuerpo santo de primavera, encuentre esta noche
Los versos que lees en mis ojos, que descubras mis temores,
Te des cuenta que no soy mis letras, mi corazón late aparte
Mi vuelo solitario solo se alimenta de fracasos e ilusiones.
Quiero olvidar en esta noche, las nubes que han pasado por mi cielo.
Las veces que mi nido ha servido de cobijo sin despedidas;
Dejar de lado todas aquellas canciones tristes y ser feliz,
Irme de tu mano, con la noche bajo este cielo luminoso.
Quiero que tu risa sea la canción que acompañe esta noche,
Tomado de tu cintura como se toma una rosa del tallo,
Aspirar tu aroma, despertar tus deseos, llenarme de Juventud,
Para navegar por tu cuerpo, como lago en divina calma.
Quiero que el día no tenga noche, que no acabe la primavera,
Que no vengan los fríos, el abandono ni las nostalgias
Vivir siempre de tu mano, de tu aliento dándome vida
Quiero que te quedes en mí, como el tatuaje de mi pecho.
Contigo mis letras llegaron al final del alfabeto,
A todos mis sueños e ilusiones los despertó el día de gloria.
No quiero que el día, deje de ser noche, quiero seguir así;
Tengo miedo de despertar y que seas un sueño .
LENNOX,
EL QUETZAL EN VUELO