LETRAS DESNUDAS (SEGUNDO RELATO)
A la vera de mi, de mi mirada, de mi sentir, los pájaros que danzan están enfermos. No lo supe hasta pescar la distancia de este continuo mio adiós. Huérfanos, criados en nidos de alambre, honrosos siempre de vuelos marchitos, de trinos declama, clavan dardos congelados regando dolor en la pulperia que vivo, van solo a los inviernos y se pierden en la fascinación fácil de la rama sin frutos.
Conociendo sus nidos enfermos, creo transitar mi salud. Una salud que no conoce de ruiseñores y palomas, que respira sus plumas de sal, que palpita el eco del vuelo de los corazones vacíos, que se deslumbra ante el dolor interminable de la siembra en el desierto. Una salud de aires rotos, de caminos que solo se conocen por los pies, manos limpitas de odio, tal vez... de razón portátil y esperanzas tendidas en el podría ser. ¿ y si no te reconozco al verte?
¿Y si al verte en esta isla desplumada en donde se comen los pastos que no crecen, te muestro mi amor como consuelo? Hay!!!... válgame lo divino para curar estos pájaros....
¿Y si fuera yo también pájaro? ¿ Serían mis reglas, mis orgullos, solo víctimas del espanto? ¿Mientras vuelo, podré reconocerte?
Han enfermado los pájaros.... ¿ Podremos aprender también a volar, a ser en otros?
A.C.F- SETIEMBRE DE 2019
ARGENTINA