Esta mañana sin domesticar
este aura vacía de luz y de tinieblas.
Este pájaro negro que vacila
este túnel resbaladizo que blasfema.
Este alcohol sin tregua
esta ración de sexo con carencias.
Estos dientes amarillos de nicotina
y estas hebras de sol con continencia.
Este oráculo de Delfos, y esta sibila
que acierta de lleno, tu desdén tan frío
y mi amor tan calenturiento.
Esta forma de morirse sin pena ni sufrimiento,
estos diques de gallos muertos
que forman una ribera.
Esta bronca matutina de acelerados versos,
estos besos sin mañana ni destino ni fin de estación.
Esta huelga de lascivias
estas gallinas sin presencia,
estos huevos recién puestos,
esta caligrafía de año nuevo.
Estas noches en calma
estos náufragos del alma
que comen de la mano
de cualquier pirata de ultramar.
Estos vigilantes de la playa
estos palcos ignorantes de la platea.
Este gavilán tuerto, este planeta
sin contaminar.
Estas comas sin interrogación,
estas pesadillas con criadillas del montón.
Estas cosillas de los vecinos,
que gritan mientras nos insultamos.
Estas moribundas treguas
estos alcázares de ruina,
estos álbumes silenciosos
que se llenan de yedra.
Este americano sin camisón
este atildado mocete de provincias
y sin corazón.
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