Mujer quimera
Violencia parda y juicio tapado,
si ante el vientre herido queda una cicatriz;
no muda como las serpientes ni hecha raíz,
pero todos la llaman “mala hierba”
y para la noche, no tiene donde dormir.
Se pinta inmaculada, siendo flor marchita,
esquiva las dudas pintando fantasías,
y sabe esconderse, entre lápiz y papel.
Ni gala, ni aurora, ni presa o melancolía;
no sabe de amores, no sabe mentir.
Vive, como mujer quimera,
como azul de cielo, como estrella fugaz;
a nadie le entrega más que su cuerpo,
por eso es señalada como “mala hierba”,
pero a ella, no le importa ni le inquieta.
Ella, sabe dimitir entre lo que es y,
lo que nunca será.