El precio de la Cruz
no se oye
alguien gritó
no se oye
el viento lo llevó
no se oye
un grito desgarrador
no se oye
el cielo se estremeció
sin sangre se quedó
es la tortura del dolor
aumenta sin control
nada ni nadie puede pararlo
es agónico
es un fuego que arde
sin parar
por fin
la ausencia de la realidad
la muerte llegó
expiró
se curó el dolor
y su eco sonó
para quien estuvo
a su alrededor
Ahora ya todos recuerdan
que gritó
y que su grito Se oyó
pero nadie miró
hasta que murió.