Y después de 7 alarmas pospuestas, te arriesgas a llevar este día a cuestas,
¡sí!, ¡Sí que cuesta!, y te dicen valiente,
¡Ay! Bendita gente… gente que va diciendo lo que siente,
y sienten su dolor y gritan ¡pobre chica!,
esa ... esa que tiene un amor que no pudo ser,
un amor con el que probablemente nunca más vuelva a contemplar el atardecer,
¡Sí! ese gris atardecer que ahora solo genera ansiedad, soledad, falsedad, enfermedad;
¡Si es que es valiente!, repite la gente,
porque esa llamada malvada señora muerte, se lo arrebató vilmente.