alupego (Ángel L. Pérez)

SOMBREANDO SE FUE LA NOCHE

SOMBREANDO SE FUE LA NOCHE

Balbuceantes palabras
como susurros de aire.
Caramelizados tonos
endulzando los contrastes.
Agriados matices cíclicos
que acidifican las mentes.
Y como besos de néctares,
unos suspiros de amantes.

Con la fuerza de las ganas,
quiero hacer una pirueta
en mi atormentada mente.
Dar cobijo a las ideas
que llegan ladinamente
y cosechar las simientes,
que de lo bueno me dejen.
Airadas pero silentes.

Pedazos del corazón,
se llevarán los que amen
y las hieles más nocivas,
tendrán los que odien y maten.
Arrinconadas serán,
las desdichas recurrentes
y se amarán los espacios,
donde ya no exista el hambre.
Serán de humo los cobardes.

Tímidas las sensaciones
y tibias las emociones,
que en el origen se amputan.
Presas de una sed continúa
de promesas materiales.
Entresacados amores,
de insatisfechas pasiones.
Con la nostalgia en las manos
y el recuerdo en los rincones.

Con la fuerza del valor,
quiero extender mis esencias
y atrevidas experiencias,
darán sentencia a mi voz.
Revolviendo en las esquinas
de mis profundos errores,
quiero vivir como el verso,
entre sus rimas flotando,
y humedecer con las lágrimas,
lo que dicte cada párrafo.

Sombreando se fue la noche,
como un fantasma encantado.
En sus pupilas de plata,
los deseos se liberaron.
Bailando en cada destello
de sus rostro anacarado,
se fue despertando el día
para a los que aman dárselo.

Razones tiene quien sueña
para vivir lo soñado,
En cada rincón se encuentra
una porción de lo amado.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
18/09/2019