Todos preguntan del renacer de mis letras,
Siempre fui el trovador de las nostalgias y el olvido,
Hice cómplice a mi guitarra y terminaba llorando de tristeza;
Hasta el papel donde escribía era color melancolia.
Ahora, cuando me leen, mis letras saben a felicidad,
A fruta fresca, alegría contagiante en cada letra
Tienen el sabor de un beso adolescente, saben a primavera,
No pueden creer que en otoño también nace la primavera.
Pienso en Violeta Parra y vuelvo a los 17 sin temor, Chabuca Granda
me hace dudar y preguntar ¿cómo será mi piel junto a su pie?
José José responde que 40 y 20 es buena combinación
Y yo voy por cada poema riéndome como un loco de amor.
Llegaste paloma viajera, como han llegado tantos huracanes a mi nido,
Sin embargo, llegaban, sanaban se iban y me dejaban destrucción y olvido.
Siempre soporte esas turistas del amor, y las extrañe dos días
Me venía bien, un respiro de vida en cada poema.
Llenaban mi canción, alegraban la terraza de mi estudio
Hacían cantar mi pluma enamorada y la guitarra era su cómplice,
La noche nos miraba siempre desde una lágrima oculta y los grillos de mi jardín, ensayaban las más tristes canciones de despedida.
Ahora sin darme cuenta, mi verso tiene ese aroma de tú pelo,
Mi boca está aprendiendo a amar, mi corazón está despertando
Y todos me preguntan que le ha pasado a mis letras,
Porque cantan de alegría cada vez que mi lápiz dibuja una letra.
Yo solo sonrió y tú me cierras un ojo haciéndote sonrisa y fiesta,
Aunque no apareces en mis versos, mi corazón sabe
Que eres tú mi primavera, que suplirás las cuatro estaciones;
La guitarra nos aplaude desde un rincón de su extrañeza.
Mariposa de arrullo, noche color de esencia
Esta noche no cantare en la terraza, no tomare vino,
No escribiré versos ni añoranzas;
Esta noche saldré a caminar por la calle, exhibiendo mi locura.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO