Cuando a nuestra faz inherte la luna ya no vuelva a iluminar y en las tinieblas áridas de luz tu camino y el mío halla que trazar... vislumbrará esperanza y volverá la estrella que alumbrará el sendero de la noche añeja;
Se escuchará tu canto, dispará la niebla, descubrirá tu alma, liberará tu esencia, perfumarás la noche, la noche que se esfuma.
Veremos la alborada y un cielo como espuma;
Renacerá tu ser, florecerán rosales,
Se turbarán los suelos,
Se secarán los mares,
Separarás tus plantas de los suelos vanales, caminarás al Alba, te encontrarás un ángel;
Volando tu recuerdo despedirá tu imagen, llorando tu deseo alargarás tu viaje.
Durmiendo en tu letargo de eternidad confín escucharás un verso de mis labios carmín, que gritarán tu nombre y que llegaré a tu encuentro; la muerte no es el fin... aún vives en mí.