¡Ay! ay amor, tan cerca de mi cuerpo,
y tan lejos que estàs de mi corazòn,
apenas a centímetros de tu espalda,
cual nña traviesa èsta, mi mansa mano,
columpiàbase inquieta hasta tu nalga,
queriendo tocarte, ¡nada malsano!
Solo deseaba sentir tu calor,
con una emoción casi alucinante,
y en contenida desesperación,
vibraba en mi pecho una onda gigante,
era la energìa pura de mi amor.
Y te besaban mis ojos al mirarte,
mi mente frenética, vehemente,
te abrazaba demente con candor,
mientras recostada a tu almohada,
recordè viejos dìas de madrugada,
cuando sonreìa la vida a mi favor,
y aùn sentìas la fuerza de mi pasiòn.
Allì juntos, en breve descanso,
despuès del dìa agotador, descalzos,
sobre la cama de tu habitaciòn,
como a hermanos nos servìa el remanso,
en tiempos ingratos, poco certeros,
cuando la patria esta sumida en guerra,
y para unos sobrevivir es lo primero,
nos toca hoy transitar en otra tierra.
Tu en lo tuyo, de abogado a caletero,
yo en lo mìo, de oficinista a portera,
haciendo oficios nuevos del momento,
y por eso tu ocupas mi pensamiento,
dueño absoluto del fragmento traidor.
Pero ¡tranquilo! ya nada es suficiente,
para quien en vida sigue la corriente,
flor marchita sobre las aguas del dolor,
sin fragancia, sin espinas que lastimen,
arropada de las caricias de sus letras,
cuando para nada sirven ya las tretas.
¿Que si por entrar a visitar tu cuarto?
me preguntase Dios si me arrepiento,
no, que va, por el contrario, me contento,
vi con cuanta gracia, hacìas movimientos,
sorprendida, me causo cierto estupor.
Pues, no esperaba verte en tal reacción,
tal parecìas un pavo real sin erecciòn,
solo me resta decir: ¡Perdòn señor!
gracias por existir, por ser mi musa,
y gracias, por prestarme el televisor.
Nota:
Saben que el mundo da muchas vueltas,
y en esta vuelta estamos juntos pero separados,
sobre la misma tierra, bajo el mismo sol,
el mismo cielo, la misma luna y su resplandor.
Raquelinamor
Septiembre 19, 2019