Tu nombre suena en mis oídos en forma constante,
Escucho lejanos tus pasos viniendo hacia mí
Y tomo aire para llenar el vacío que me dejo
La desidia de tus besos.
Dejo entreabierta la puerta de nuestra habitación
Por si acaso te llegaran mis ruegos,
Esta soledad, precipicio mortal
Por donde camino en las noches,
Donde temo tropezar y caer una y otra vez.
Quisiera amanecer en tus ojos
Deshojar en tu piel mis más profundos deseos,
Quiero sentir tus pies descalzos
Buscando mi calor
Bajo las sabanas de nuestro lecho,
Quisiera mi gran amor abrazarte fuerte
Y morir en vos.