Cuando mueren los amigos
Se nos resquebraja el alma,
Se nos nubla la mirada
Por los hechos compartidos;
Los momentos más divinos
Son instantes que no pasan,
El valor de las palabras
Toman muy sublimes giros;
Releer sus comentarios,
Sus propuestas exquisitas,
Nos ayuda a valorarlos
Como plumas que iluminan;
Y hoy, al ver que ya se han ido
Cuán se añora su partida;
Cuando mueren los amigos
Se levanta nueva fama,
Una brillante alborada
Con sus tesoros escritos;
Se renuevan los caminos
Y lo malo no se guarda,
Sólo brillan sus palabras
Con sus latentes suspiros;
Ellos son depositarios
De las cosas más divinas:
A los nuevos inspirarlos
Como generosas guías:
Cesa forma, no sentido:
Es trascendencia adquirida…