Raul Gonzaga

Gloriosa inmortalidad

 

Cuando mueren los amigos
Se nos resquebraja el alma,
Se nos nubla la mirada
Por los hechos compartidos;

Los momentos más divinos
Son instantes que no pasan,
El valor de las palabras
Toman muy sublimes giros;

Releer sus comentarios,
Sus propuestas exquisitas,
Nos ayuda a valorarlos

Como plumas que iluminan;
Y hoy, al ver que ya se han ido
Cuán se añora su partida;

Cuando mueren los amigos
Se levanta nueva fama,
Una brillante alborada
Con sus tesoros escritos;

Se renuevan los caminos
Y lo malo no se guarda,
Sólo brillan sus palabras
Con sus latentes suspiros;

Ellos son depositarios
De las cosas más divinas:
A los nuevos inspirarlos

Como generosas guías:
Cesa forma, no sentido:
Es trascendencia adquirida…