¡Hagamos que duela!
Tu boca y el pecado.
Tu piel y el aguijón.
¡Que queme bajo 5.000ºC!
Mi infierno.
Envuelta en tus llamas.
Azufre y canela.
Tus ojos y una sola caricia.
Cayendo estoy,
en tus vicios,
en tu cuerpo,
en el delirio de poseerte.
Besos que se derriten en mi piel.
Manos que me quiebran los huesos y el alma.
Dedos que poseen la magia y el encanto.
Desencadenan en mis rincones una cascada de delicia.
Me doblan y me erizan.
Encendida estoy bajo tu oscuridad.
Puesta en tu cama cual manzana de Eva.
Entra y empuja.
Tómame,
Redoblante y siniestro.
Que me corra en ti.
Que corra de ti.