dijo adiós tu primavera
y el arroyito dulce de la vida
dejó de cantar
a las tardes cristalinas el silencio reza
como camino
otoñal llorando con pasos de niño
el cielo
nos susurra sus cenizas
mira y sin ganas sonríe
moviendo apenas la telaraña del corazón
hoy
tu tierra entona música de brumas
y abre somnolienta su telescopio
el alma
para cuando tu estrella brille
con delirio poderte encontrar