En varios recuerdos
arden mis labios,
esperando el secreto,
añorando ese momento,
en el que vos y yo
-a escondidas-,
nos podamos perder en el deseo,
con uno
o varios besos.
Quisiera decir:
Estoy harto de este cuento.
Pero,
sería un mentiroso;
me fascina dar largas a nuestros encuentros…
Por eso mismo,
estoy perplejo
porque seguís contando libras.
Olvidás que la gente
(¡con lujuria!)
te mira…
Tus curvas son asesinas,
y yo,
un suicida;
víctima de tu seducción maldita.
Muero en ellas todos los días,
y vos...,
¿te ponés a pensar en tus mejillas?