**La verdadera soledad, es
cuando despertás mañana
esperando que llegue la noche,
para dormir otra vez**
Sentada en un banco
de la plaza, con un libro...
simulando estar leyendo,
y pensando que la vida,
de a poquito,
implacable y feroz,
se me va yendo.
Miro el árbol gris y viejo,
que, de a poco a poco,
se va descascarando,
esperando que una
tormenta pasajera,
del suelo,
vaya arrancado.
Ya sus hojas se
volvieron amarillas,
ya sus gajos retorcidos
no dan frutos. Así, como
mi vida se desgasta, asi,
la savia no riega arbustos.
Lejos quedaron
los sueños juveniles,
que se llevaban
todo por delante,
ahora solo queda
la esperanza, que
otro día mas,
la vida nos aguante.
Ya no vale la pena
seguir luchando,
como la soledad
se adueña del alma,
estar solo es
como una puñalada,
esperando el vacio,
que nos calma.