Chasquearás los dedos y encontrarás ángeles,
como gárgolas en el alero de las catedrales,
bajo la lluvia, su belleza, estática, insomne,
se hará gota líquida, la lágrima siempre antes
del beso.
Participarás de todas las heridas, acuosas plantas
vegetales que mostrarán su faz infecta en la tierra.
Descubrirás esas guaridas donde se oculta la gente,
por miedo a ser herida, por miedo a estar sola.
Serán las mañanas, los nichos de la noche.
Y sembrarás con tus pensamientos, un millar
de flores nocturnas: campanillas de humildes pétalos
luminosos.
Y encontrarás la vía, la que todas las personas
buenas, encuentran, la que a ti también te espera.
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