El viejo Andrés
En las tierras ásperas de la meseta,
Un viejo, entre el polvoriento asfalto,
Sentado en el borde de la carretera,
Contempla como un coche negro se acerca.
Recuerdos de su amada esposa,
A toda velocidad le llegan,
En un negro vehículo como aquel,
Andrés el viejo, logro enamorar a tan linda princesa,
Una lenta lagrima como catarata baja por su rostro,
Y millones de recuerdos enloquecen sus entrañas,
Su corazón como gacela velozmente late,
El viejo Andrés de la cara arrugada,
De los años bisiestos,
Solitario y triste,
Hoy de nuevo cabalga en el caballo del recuerdo,
Del amor que se fue y los deseos vividos.
El viejo andres.