Ben-.

Alma en lucha-.

Llevaba un alma anhelante.

Un alma suplicante, vagabunda.

Herida. Cada noche, paseaba

su alma moribunda, un cuerpo

apenas, por las verjas doradas del

día. Desconocía aún las presas fáciles

del águila, los lamentos del alma sujeta

a su corporal peso. Lamentaba a su vez,

las noches perdidas, las interiores mañanas,

los cielos azules más escasos, las marañas

de besos que a otros pertenecían. Llevaba

un alma errante, profética, de tenues manos

amarillas, los labios, siempre abiertos

a la vida.

 

©