A Eugenio Montejo
Necesito la poesía
como el mejor
de los antidepresivos
un verso
una palabra
apenas una pequeña dosis
para enfrentar mis arteras
recaídas.
El mundo parece enloquecido
odio
ruido
hastío.
Necesito la poesía
para cruzar el ojo del dolor,
en ella la vida canta su gracia
cobijo
calma
certeza.
En sus olas
lo terrible esconde la belleza.
Dadme sin demora
la dosis exacta
que calme este padecimiento,
uraño busco los rincones
la acera vacía
la neblina espesa que me cubra.
Necesito el poema
en jarabe o gragea
escrito en la arena
o sobre las hojas de las violetas,
sé que no hay receta que valga
para calmar tanta impaciencia
tristeza de luna
dolores de estrellas.
Os lo ruego
¡dadme un poema!
que me ayude a bien morir
esta vida larga que me queda.