Los mejores poemas son los que la nada leyó,
aquellos que quedaron en hojas guardados,
cuadernos olvidados
Los mejores versos son los que la ansiedad oyó,
aquellos que declamaron los ojos del miedo,
corazones excomulgados, asesinados.
Las metáforas más vendidas, las que escribió la mano de la vida.
Mientras tú.
Poeta sin manos,
te esmeras, por escribir en hojas de libertadores muertos.
Tus versos socavan la tumba de tu derecho de autor.
Vender un libro yo quisiera, cantan las manos ecuánimes de la materia.
Matemáticas de las sombras conjugan quimeras al mejor postor
¡Cuídate! del sonido sigiloso de la noche…
Buscan sedienta una pluma que diga: ¡Yo!
Arde el humo blanco, todo ha sido consumado.
El lector tiene un nuevo prefacio,
El autor una cruz y su corona.
A sí, este muladar obtiene un crisol.