¿Cómo decirte
que no sé decirte
lo que desearía decirte?
He perdido, en algún lugar,
las palabras precisas.
He abandonado, en algún lugar,
los gestos reveladores.
Se disiparon, en algún lugar,
los relatos de los sueños.
He extraviado, en algún lugar,
la mirada cómplice.
Se desviaron, en algún lugar,
los caminos correctos.
La realidad crea sueños,
los sueños no crean certezas.
Albergo un sentimiento
que busca una traducción
desprovista de palabras.
Estas se aglomeran mudas
ahogando la garganta;
los ojos buscan el aire
lejos del brillo de tu mirada;
el baile agitado de mis manos
no hallan el calor de tu tacto.
¿Cómo decirte
que no sé decirte
lo que desearía decirte?
Me resisto a rendirme
si el miedo me atenaza;
el miedo a no saber cómo,
el miedo a no encontrar cuándo,
el miedo al miedo mudo,
el miedo a mi fragilidad.
Mantengo firme el qué,
aun sin hilar las palabras,
atento a tus ojos entintados
y al trazo firme de tu mano.
¿Cómo decirte
que no sé decirte
lo que desearía decirte?