Se la llevó despacito,
mezclada
con la espuma.
Emergía
en las crestas,
diciéndome
adiós
Barquito sin rumbo,
de blanco velamen.
Un mundo de letras
apretadas.
Un universo de ternura
salpicado de sal.
Sin botella,
caminante de la lluvia,
ya has tocado puerto.
Te has detenido
pero no puede ser.
Continúa tu viaje de soledades.
Mar misterioso,
aseméjala
a tu espuma.
Que vuelva siempre
a mi playa
desierta.