Diste voz a tu alma de poeta,
y elevaste al cielo tu dulce canto,
combinaste alegrías con el llanto,
tu poesía voló cual saeta.
En otra tierra fuiste la profeta,
de tu tierra ofreciendo su manto,
pues en ti latía su bello canto,
entonada en tu lira de violeta.
Acoges las vanguardias del momento,
dando fuerza a tu poética voz,
que vuela alto, que toca el firmamento.
Poeta has sido escogida por Dios,
tu voz que levanta su ronco acento,
que entona la nota pura de amor.