Saeta voladora,
lanzada al azar,
¿dónde irás traidora
tu aguijón a clavar?
Saeta que como el viento
no descansas jamás,
dirígete rauda
a la orilla del mar,
deja mi corazón
tranquilo reposar.
Saeta lanzada al viento,
que no sabe a do va,
déjame aquí apacible,
no vengas a turbar
la paz que aún respiro
en mi triste hogar,
no me embeleses con
dicha y felicidad,
que luego se tornen
pura futilidad.
Saeta voladora,
lanzada al azar,
vuela con el viento,
vuela hacia la mar.