No es fácil pretender los amores de una dama como tú,
Con toda la belleza en su cara y una sonrisa que alegra al mundo, tú cuerpo de diosa parece esculpido por Miguel Angeló, y que decir de tus mil tretas de seducción subliminal.
Acercarse a tus amores es llevar el océano en los ojos,
Buscar en el pecho lo que no existe y terminar en naufragio,
Una, dos, tres oportunidades y ocasiones buscando tu corazón,
Pero tu pecho está vacío. Bella sonrisa, pero sin corazón.
Eres como una cebolla, rica, sabrosa imprescindible, en el guiso,
Pero sin corazón; a la cebolla le quitas una capa y lloras, le quitas otra y también lloras y al final…te das cuenta que solo tiene capas, no hay corazón. Eres como la cebolla sin corazón.
No sé cómo pueda existir persona como tú, sin corazón
Que vayan por ahí ventilando sus bellezas, provocando la noche con esa sonrisa, resaltando los senos más perfectos discretamente en tu vestido negro, para seducir a la noche.
He conocido personas con el corazón vacío, que viven el momento, llega la madrugada y se van; dejan un vacío, pero llenaron otros y a veces logras escribir algo en las paredes de su corazón y al pasar el tiempo regresan para que completes la frase.
Pero nunca había conocido a persona como tú, con tu belleza, con tu seducción, con la calidez de tú pensamiento y la ternura de tus manos, pero sin corazón. Tener solo un hueco en el pecho y solo arrimar la cara del amante, para que vierta su llanto.
Y aquí estoy, como ayudante de cocina, picando cebolla, no dejo de llorar, mientras quito capa tras capa y no encuentro nada,
¡Vaya descubrimiento!... saber que la cebolla no tiene corazón, que decepción, saber y sentir que eres como una cebolla.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO