Rota.
Estoy rota en mil pedazos que como un cristal ante la roca se vuelve nada, casi polvo y que se deshace en un instante nada más de dolor.
Un dolor que dura meses y que ya son años dejando girónes de piel en las vidas que aún me recuerdan y que sé un día no volverán a ser más parte de mi presente.
Hay un alma como la mía, tal cual con penas, soledades, dolores, angustias pero también alegrías, momentos que brindan añoranzas a un mañana que tal vez no será.
Es su alma que junto a la mía viaja entre los ciclos astrales más extraños, más complejos, más lejanos que la gente no entiende ni lo hará jamás porque no vibran en la misma frecuencia que nuestras almas y que se han encontrado en el momento preciso del vacío más difícil de llenar pero que gracias a esta pena y sufrir nos unió, hoy somos gemelos en la distancia.
Nos acompañamos, nos escuchamos, nos encontramos en las largas horas de sabernos uno hasta el último aliento.
Hay tanto sentimiento entre los dos que podríamos crear una galaxia nueva sólo con colores, sonrisas, abrazos , lágrimas y también amor a la vida con respeto a ella misma y a la misma muerte que un día nos dejará en el portal del camino hacia nuestra eternidad.
Hoy en esta noche de profundo dolor para los dos, en la que el frío nos asesina y nos acaba poco a poco es cuando más siento que vamos unidos porque sentimos el dolor del otro y aunque hay más fe de su parte que de la mía porque el cansancio se ha apoderado de mi, llevo en el interior su calor, su alegría y su fortaleza para entender que si mañana es otro día para los dos será lo que deba ser pero juntos aún en la lejanía.
Es tan difícil no escucharte...No poder verte y dormir cada noche pensando que será la última, pero orando a Dios porque no lo sea o al menos que cuando viajemos a ese lugar en donde sé que estaremos un día en paz , en nuestro cariño real, verdadero y sin dolor, no haya final.
Ídem. 💜
\" Velero...mi dulce velero \"
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Dolores Luna.
Septiembre 24. 2019.
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