Hoy me detengo un instante,
para mirar el mundo que despreocupado
dejo en el camino.
Pasa por mi lado la inmensa obra
de los desconocidos.
Tomo al azar una obra:
leo un pasaje y me sorprende,
que sea un verso en olvido.
Es duro ver que la obra humana crece,
crece inconmensurable,
y el humano tiempo se acaba,
sin llegar a conocer lo que ha ocurrido,
sin poder revivir el tiempo que no he vivido.
Por eso hoy me detengo.
Detengo los relojes de mi tiempo;
pido perdón a los autores que desconozco;
agradezco de corazón a los lectores que me han leído.
Lleno de versos mi esperanza,
y más sereno, más conforme,
más agradecido,
continúo el viaje hacia el mundo del olvido…
Frank Calle (23/ septiembre/ 2019)