Ahora todo es más lento,
despacio duermo,
despacio grito,
despacio sueño.
Hay momentos que las cosas se paran,
las personas se detienen,
observando fijamente,
no median palabras entre nosotros,
y es una pena
porque tengo tanto que contarles,
tanto que enseñarles.
Por eso escribo,
por si quieren leerlo
cuando despierten.
He pensado en escribir
en las paredes de la ciudad,
sin dibujos,
solo palabras,
como si de un loco se tratara.
Mi primera frase sería:
Tonto el que no lo lea,
que tú te lo pierdas.
Aunque el mundo es transparente,
a las personas les encanta la oscuridad y el terror, la segunda estrofa sería:
Cambialo por amor.
Acaba con la tristeza de otra manera.
No confundas la helada rutina con la ingenuidad y simpleza de la alegría.
Lentamente lo pienso
y de inmediato sopeso los beneficios de no estar solo, quiero estar a tu lado entre los árboles,
en el incendio de la vida,
seremos valientes entre las llamas.
Lento sufro por dentro.
Pero el futuro llegará,
Lento, despacio, ciego.
¿A quién le importa el tiempo?
No hay nada que perder
El equilibrio lo recupero
Por eso hay que cuidar al cerebro,
Vigilar los pies,
Cuidar los ojos expertos
El cerebro cura al ojo
El ojo cuida al pie
Los pies guían mi camino.
Hasta las procesiones me adelantan
Yo seguro y lento
Siempre por el centro
Los pies llevan el ritmo perfecto
Yo amo mis pies y los tuyos y los pies descalzos sin heridas de tanto andar
Porque lento nada duele
Nada quema
Nada sangra.
Ando
Sin miedo
Sin miedo
Sin miedo.
Ando
Lento
Lento
Muy lejos.
Pies para que os quiero
Pies en polvorosa.
Pies de cemento
Ando sobre las lágrimas
de mi amada
Cuando de una caída me salva.