Julieta Iallorenzi

LOS QUEMADOS (URNA CINERARIA)


Nadie les da lumbre

Y aun así se queman

Los urdimbres de estos nombres.

Algunos son como los cigarros,

Si los dejas solos

Se consumen…

Todo dura un instante

Y se incinera,

Esas cenizas

No han de llenar

Ningún cenicero.

El cementerio de los quemados,

Apenas rastro de brasas

Que hasta cuando

Se sintieron mas vivas

Solo fueron llamas dormidas.

Algunos son como las moscas

Pululando el destello

De las lámparas

Y fallecen calcinadas

Al roce fulminante

Mueren obnubiladas

Esas alas no han de elevarse del suelo.

Del sueño del vuelo

Sepulcro de hollín

Cenicero de cuerpos,

Fogosos intentos

Chamuscados

Para tan escasos brillos,

A flama encuentran su fin.

Solo fueron carbones extinguidos

Y aun así se queman.

El polvo de los hombres cremados,

Sofocados antes de ser creados,

No atiborran ninguna

Urna cineraria.

Nadie los barre

Y el torbellino fúnebre los borra.

Esa chispa no ha de prenderse

De nuevo.

Apáguese del todo,

Duérmase eterno

En el camposanto del barro

Lodo y olvido.

No ha de incendiarse de nuevo.

JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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