Gracias, por devolverme un sueño perdido,
Olvidado entre sabanas color violeta;
Vida de esperanza y
Noches de insomnio.
Gracias
Por dar a mi vida, la dicha,
De caminar junto a ti, de compartir una tarde
De leer para ti, de respirar junto a ti.
Te agradezco la tarde,
Por distraer a los dioses, y a los demonios,
A los poemas y las inconsistencias. A las miradas y los latidos
Gracias, mil veces gracias, por este momento.
Por escuchar mis razones, por dar lugar,
A tu pensamiento junto al mío, Por pasear por mis versos esta tarde
Por platicar sobre mis gustos y no llegar al dolor, poniendo los cimientos para un nuevo poema.
Gracias, por el día de hoy,
Por los olvidos del nunca jamás,
Por los recuerdos vivificantes;
Que destrozan la realidad, gracias pues.
De verdad te agradezco, soportar el querer, como una simple herida,
El amar como un dolor, desconocido
La amistad como algo buscado.
De nuevo, gracias
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO