Perdóname madre pues te he traicionado
porque te he vendido por treinta monedas,
porque te he ofendido y te he maltratado,
porque te he alfombrado el vientre de hiedras.
Perdóname madre por matar tus hijos
por quemar tus bosques y enturbiar tus aguas,
por envenenarte con miedos y odios,
por sembrar tus campos de sangre y miseria.
Perdóname madre porque te he fallado,
porque entre tus senos encendí la guerra
laceré tu cuerpo con excavadoras,
infecté tu aliento y talé tus selvas.
Perdóname madre por llenar tus mares
de plásticos, latas, venenos letales,
por menospreciarte, por verter tu sangre,
por talar tus montes y encender tu aire.
Ahora que tu cuerpo es un vertedero,
ahora que en tus brazos tan solo hay basura,
no encuentro un oasis en este desierto,
tan solo un camino directo al infierno.
Ahora no hay remedio, ya no tienes cura
y yo te acompaño en la sepultura.