YO CLAUDIO

AMOR DERRETIDO.

Una mirada, un cerrar de ojos,

que no se me olvida.

Una sonrisa tibia en esos jugosos,

y carnosos labios, que daban envidia.

El aire suave de aquel verano pasado,

que segía tus pasos, jugando con tu pelo,

te abrasaba loco y fugas y yo 

envidioso te hacía sentir mi celo.

Caía la tarde, el sol se alejaba.

Dejando en ti, una brisa suave y tierna.

Acariciando tu belleza delicada.

Y yo, derretido como vela en su esperma.