Comprendí que la vida daba sorpresas
y una de ellas es la comunicación
a través de un monitor brillante.
Allí descubrí un mundo de seres humanos
sensibles, amenos y afectuosos.
Tímidamente entré en un portal de poesía
¡Oh... Sorpresa!; encontré un espacio
lleno de belleza y buenas vibraciónes,
eran los poetas que me ofrecían amistad.
A mí, que era una persona aficionada
que amaba escribir poesía desde el corazón.
Me enseñaron reglas, normas y me animaron
con su cariño y apoyo incondicional.
Encontré seres estupendos que viven
tan lejos..., que nunca conoceré personalmente.
Pero doy gracias al Altísimo que guió
mi destino hacia este portal. Puedo decir
desde lo más profundo de mi alma
que son amigos de verdad y están junto
a mí en todos los momentos importantes
de la vida. Somos familia, somos existencia.
Beatriz Blanca