Te llamo cada día vida mía,
y mi voz se pierde en el infinito
por más que trato de agrandar mi grito
no llego a despertar esa tu alma
Porque vives dormida y prisionera,
del dolor, del sueño y del olvido
porque olvidaste tan pronto esa quimera
del primer amor que fue querido.
Porque no vienes cuando te llama mi alma
a darle paz, amor, sosiego y calma,
porque olvidaste ya la noche aquella
donde forjamos la ilusión más bella.
Porque dormida sigues cada ida,
y no haces caso a mi llamada?
porque acabando estas con mi alegría
porque has olvidado al ser amado.
Despierta ya de tu letargo sueño,
y escucha mi voz que de lejano oriente
pregona sin cesar, si soy el dueño
de ese cuerpo con alma que no siente.
Despierta ya y ven a mi despacio
sin despertar mis penas, que ellas duerman
ven y volemos de este espacio
para vivir los dos en el silencio.