ELEGÍA A LA SEGURIDAD HUMANA
Autor: Claudio Puma –Poeta peruano.
En la madrugada, a primera hora,
increíblemente el Hombre es hueco negro para otro Hombre,
por eso camina musicalmente sus silencios obscuros,
por las calles olvidadas del destino,
por eso tarda en llegar a su iglú azul.
Increíblemente a las tres horas,
al gallo vigilante,
un salvaje se lo robó.
y ya no habrán las tres Aves Marías del futuro.
¡Oh Seguridad Humana!
Hay que prevenir el asalto de nuestros espíritus.
Son las seis de la mañana y en el café santo,
hay hielo en la ciudad, no hay desayuno alguien entró por la ventana,
y dice que desayunó por nosotros.
El hombre camina por la tenebrosidad con una inseguridad lúdica,
¡Oh Seguridad de mi alma, extráeme mis alas,
y esperaré sosegado junto a la justicia,
y así cesen las amenazas y las posibilidades del mal!
Hay manadas de lobos que lloran por el bosque de cemento y cibernético,
y se deslizan, vuelven y recogen sus almas maliciosas,
con gotas rojas, filos de inseguridad,
serie rockera que hay en el submundo.
Al medio día de la incertidumbre,
un juez corruptor tapó el sol con un dedo,
y ordenó que ese salvaje vuelva a la calle,
a seguir velando la inseguridad.
A las 5 de la tarde,
al ir a buscar a nuestra amada fiscal,
alguien se adelantó y la secuestró.
¡Oh Seguridad Humana!
¿Por qué no desterrar al peligro?
¿Por qué no cortar las yerbas elípticas?,
¿Por qué no apartar al fruto corrupto?,
¿Por qué no enviar al infierno al criminal?
Es media noche y alguien nos roba nuestro sueño,
y sueña una fuga,
y sueña qué hará con el botín,
y sueña cómo comprará su libertad.
¡Oh Seguridad Humana!
supervive a la corrupción inhumana,
amortaja al delictivo,
y ciérralo en su ataúd con alma y todo, con un clavo justo;
traza su riesgo en la fosa común,
simplemente con la Ley y la Luz.