De tu luna a la mía habrá tan solo un latido de distancia
cruzar la vereda de tus inquietudes tomados de la mano
como quien desea que el camino nunca acabe
para seguir anhelando el cálido crepitar de los pasos
sobre la hojarasca de ensueños rotos por un beso.
Habrá mañana y noche y luego mañana y más noche
para encontrar estrellas reflejadas en tus soledades
y las mías
mientras juntos a la espera de lo bello
saciemos nuestra sed con tan solo una gota de rocío.