ENTRE TIEMPO Y QUIMERAS
Ay, quien pudiera,
entrar en el misterio.
Mirar al fondo
del insondable secreto.
Bucear en los aromas
que envuelven la memoria.
Quien pudiera vivir,
solo a la sombra,
del influjo que me arropa.
Entre claros y oscuros,
sentir la aurora.
El corazón de la noche
revela los secretos.
La lúcida pasión
entre los sueños.
Lucha interior
que se desvela,
en la sutil duermevela.
Fantasmagóricas visiones,
como alertas,
buscando el corazón,
sembrarlo de quimeras.
Fatídicas fronteras,
que rajan y condenan.
Entre rejas de auroras
se despiertan,
con las manos atadas,
sin vislumbrar la meta.
Terrores que se ocultan,
como dolores,
escondidos tras las sombras.
Desesperado caminar,
con las bocas desiertas.
Ay, quien pudiera,
sondear las fragancias.
Hundir el sentimiento,
entre las brasas,
de las húmedas sábanas.
Fervor enfebrecido,
que todo arrebata.
Hasta la sangre yerta,
sobre la vida blanca.
Sosegado el espíritu,
ronda a la vida,
que se acuna y abraza.
En la clara mañana,
el corazón despierta.
Sumergido en la vorágine
se desvela.
Las ternuras se abren,
sobre la misma tierra,
como feroces fauces,
que tragarlas quisieran.
Distraída se oculta,
entre las voces quedas.
Letanías sin nombre,
que se enroscan inquietas.
Verde nace la noche.
Blanca la claridad,
naranja torna.
En las tupidas sombras,
vaga la vida,
entre tiempos y rejas.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
28/09/2019