EL QUETZAL EN VUELO

LA SOMBRA DE MIS SOLEDADES OSCURAS  

No temas acariciar mis letras, ni visitar mis noches; usar el perfume de  violetas. Ellas no mienten cuando te digo que la sombra que sigue mis noches oscuras, Son solo fantasmas del pasado, de un borrador, que yace en el cesto del recuerdo: Una mala noche, que mi almohada mal aconsejo, cuando una aventurada pesadilla, quiso llamar mi atención.

 

Mis letras siempre caminan así por la noche, con el corazón descubierto, Sus olores al viento y la imaginación metafórica lista para disfrazar las impresiones. Ciertamente a veces caminan por un mundo ingrato, desconsiderado y hasta cruel, Pero la verdad es que creer  en la emoción de una noche junto al delirio de su pecado, es el cielo.

 

Mis letras están muy impuestas a ese desdén de las estrellas, de su luz, Pues nunca visitan mis oscuridades, cuando mi almohada se resiste aconsejarme. No tengo descanso por las noches, me desvelo con  pluma en mano esperando que vengas, que entres a mis letras y las acaricies con tu voz de ángel y apacientes mis demonios

 

A veces en las noches, veo una luz distante como faro y encamino mi barca, pero siempre resulta que las voces que me llaman son solo cantos de sirenas y de nueva cuenta me encuentro como naufrago  en una isla desierta, lanzando botellas de auxilio al mar y nadie responde,  la marea me lleva dentro.

 

Ven, siéntate junto a mi soledad, no hagas caso de mis nostalgias, no le  demos la  emoción de la noche  a la guitarra y mis versos no sabrán, que esta noche acariciaste sus versos como se acaricia un corazón, en la primea cita adolescente  que en una noche estrellada, puso una luz en medio de tu pecho.

 

La noche termina y el día ya está alumbrado las primeras letras de la mañana, y tu hechizo de cenicienta está por terminar y la luz del día descubra nuestras soledades acompañadas, en esta noche de temores vencidos, en una copa de soledades sin oscuridad.

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO