AYER.
Entre conciencia
e inconsciencia:
Pensé soñar.
Sentí vivir.
No pude saber:
Si te vi partir
o te sentí llegar.
Y no concuerdo:
Si sueño o vivo.
Si amo un recuerdo
o te tengo conmigo.
Ni sé si eres añoranza
o fuiste realidad.
Más no siento distancia,
Cuando te suelo recordar.
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HOY.
Hoy no sé vivir,
no se soñar,
no sé dónde ir
ni donde estar.
No sé de destino,
ni que rumbo tomar
y entre tanto camino,
no sé cuál andar.
Y entre certeza
e incertidumbre,
no hay luz que alumbre,
la oscuridad de mi cabeza.
Y pesa la vida,
como pesa el tiempo,
más hay que vivir,
sin importar el tormento.
¡Es cobardía morir!
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