Tengo hambre de hijos
de los que abrazan
y te extrañan
de los que te sientan
en el sillón de los acusados
Tengo hambre de hijos
que no están
pero no se alejaron
Hambre de hijos
que se han reproducido
y me han convertido
en inmortal .
oh Dios!
que hambre!
puede más
que la poesía!