Amargas penas te vendo
caramelos también tengo
Cruzaste por mi mirá
como si fueras un rayo,
mi corazón se quebró
cristalito pá tus pasos.
La luna estaba fuera
asomá al soberao,
blanca sonrisa de augurio
de un firmamento cuajao
de estrellas y ruiseñores
que a la boa van volando.
Ceremonia de corceles
Sevilla hoy ha celebrao,
tortolitos nos quedamos
en el lecho de tu canto.
Me levanté de mañana
para mirarte tu sueño,
tu carita de angelito
la querré yo pa siempre
me juré si no muerto.
Al año de estas mieles
me miro aquí al espejo,
¿Qué te he hecho, maldito
yo sea que te he pegao?
Porque un día por la calle
paso un señó muy guapo,
de esos que llevan claveles
debajo del sobaco,
y el pelo tieso y perfumado
con brillantina del colmao.
Tú le miraste con la sonrisa
agazapando, te miré con rabia,
con la leche agria de enfado.
Llegamos a casa, yo preguntando
los porqués de tu risa
a un extraño apuntando.
Tú me dijiste que eres mujer libre,
que no ha nacío hombre ni soldao
que le ponga cadenas al instinto,
al deseo ni al abrazo.
Yo te pegué una torta, tú lamentando
el trato, yo ira que iracundo
destrozando todo a mi paso.
Tú saliste rauda de casa
como si fuera un rayo.
Yo muero aquí, de pena penita pena,
de pena esperando.