Cuando de mi ser perezca tu persona
Reiré en los lechos de la mar del alma en canoa
flotando seco hacía la vorágine incertidumbre
llorando en negro a tu olvidada costumbre
En pérdida de la racionalidad que de mi aboga
Para la eternidad en la nada que ahoga.
Sé de ti novelar con la nada que me diste
Perdí de mí, la voluntad que triste pediste
Y soñamos solos en la caída baja de la tierra
Y dormiste sola debajo de aquella piedra
¿Para qué me rindo si en la nada afirmo?
¿Para qué no olvido si del pasado nada pido?
¿Será el sol ofuscación del alma en día,
Y la luna de ésta en muerte en vida?
No me rindo pero lo hago.
A llanto socorro de la raíz que eres
Tal planta en invierno tu amargo aciago
Es por ti el silencio donde duerme el vago
Y ya ni la nada ahora eres
Florecido en llanto perece el vacío
Desandando al hombre que goza del estigma
Ya perdido en sueño lamenta en vida lo que ha visto
Y obtiene de si mismo el pesado abismo
de la vida, pérdida en la odisea del todo lacio
Concreta querer perder la visión del enigma
Y lo toma el sórdido escozor presente como invisto
Para concluir el frenesí, ¡tragedia del romanticismo!
En reposo de clamor se regala a la humedad de café
Bailando con los granos recostados entre estos mismos,
!Que buen ciervo el día de hoy en labrantío atiné!
Dice ser...
No ha sabido que de él ya no hay más individuo avisto
Y en su pasado cansancio dicta pasivo:
Cuando de mi ser perezca tu persona;
En plena ceguera en alma el día os acompañaré,
Viviré sin hacerlo contigo en la negrura eterna
Y me posaré en las flores de nuestra soledad interna
Y del pasado, en beatitud pura, ya muerte no añoraré.
-2-
En la bahía penumbra de las cavidades muertas
sobrevive nuestro ahora amor fugado
que luz del sol a nuestra tumba hace agrado
A las flores muertas de la negrura eterna
Ante un suspiro callado se ahogan los cadáveres
frente a un canto fúnebre de dormidos
En oscuridad caen grises los árboles de la vía
En soledad terminan siempre los muertos de la vida.
La loable nube gris tapa la lápida en reja y aleja
Cae la sangre de Dios en resollo sobre la tierra negra
Y el olor lila de los granos asoma edicto
Y de la tierra la verdura entra en asfixio.
En muerte toca el total de un acabado resumen
hacía el ningún agrado y clausurado respiro
Desplazada termina la posición del todo mismo
Para la caída de un ser y miles en mismo sentido
indócil.