Hugo Emilio Ocanto

*** Un ocaso de vida *** -Poema-Relato - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

UN OCASO DE VIDA

Camino por las calles desoladas,

sin saber dónde dirigirme.

Mi cuerpo siente frío.

Me apoyo sobre una pared.

Absorto. Pensativo.

Sigo caminando. Me dirijo

hacia un teléfono público.

Llamo. Ocupado...

Espero. Mis manos transpiran.

Vuelvo a llamar. Tono.

Llamado interminable. No atiende...

¡Ahora sí! Hola mi amor.

¿Cómo estás? Cerca de tu casa.

No. Aún no voy a ir. Mejor, sí, mejor.

No me atrevo a verte.

Es insólito que te comunique esto desde aquí,

pero las piernas no me dan para llegar

hasta ti. Prefiero decírtelo donde estoy

y ahora. Los resultados que me dio

el médico no son buenos. No...

Es lo que tú presentías. Sí.

No trates de calmarme. Tuve mis dudas

al respecto, pero interiormente

sabía que iban a  dar este resultado

los análisis. No llores.

Es algo que los dos previmos.

Trato de hacerme imaginación

de que esto no es real.

¿Acaso no me dices siempre

que exagero las cosas?

Quiero tomarlo con calma

y serenidad. Es como si ya no me

importara nada de la vida.

Excepto tú. No. No hay solución futura.

Seis meses. Me lo acaba de informar.

No llores... Claro que es mejor

te vea y charlemos.

Pero no me siento en condiciones

de hacerlo. Me siento perdido.

Acorralado. ¿De qué? De no creer

en mi subsistencia.

No. Mis hijos no saben nada aún.

Sólo tú. No me alteres. Esta noche

o mañana tal vez vaya a verte.

Hoy tengo la necesidad de ir a verla

a ella. No. Quiero ir solo.

Llevarle unas flores.

No sé a qué hora cierra.

¿A las 19? Tengo re tiempo entonces.

No quiero que me acompañes.

 Sabes que mi costumbre es ir solo.

No te pongas celosa, como siempre.

Ella ya está sin vida.

Y yo muy pronto la acompañaré.

A pesar de todo, estoy bien.

Lo acepto. Lo acepto. Lo acepto...

¿Con tratamiento? No, está ya muy avanzado.

Como yo, debes resignarte

a esta triste realidad.

Solo quiero que lo sepas.

Compartir contigo también esto,

como todo. Te dejo hasta más tarde.

No. Trataré de ir temprano.

No hablemos del asunto personalmente.

Podríamos ir a bailar.

¿Por qué no? Aunque no es un momento

de alegría, es mi momento de aceptación.

De todas maneras, este cáncer

me está carcomiendo. Calma amor. Calma.

Iremos a festejar el poco

tiempo que me queda de vida.

Acompáñame a ignorar mi drama.

No llores. No quiero hacerlo

también yo. Espérame. Mi esposa está

esperando que le lleve las flores.

Hasta luego, amor.

( Cuelga y se pone a llorar desconsoladamente)

Autor: Hugo Emilio Ocanto

26-05-2012