Ayer hemos concluido
un amor que era de cuento,
no hemos podido evitarlo,
no sabes cuánto lo siento.
Te he conocido en las redes
y de ti quedé prendado,
tus ojos y tu sonrisa,
esos me han enamorado.
Quizá mi pecado ha sido
querer con tanta vehemencia,
pues el amor me ha cegado
sin apreciar diferencias.
Soñaba estar junto a ti
hasta el final de mis días,
poder mirarte a la cara
y ver cómo sonreías.
Cuando todo parecía
como un camino de rosas,
con el amor se han mezclado
principios y algunas cosas.
Solo he pensado en amar
para evitar el desastre,
no renunciar a principios
ha dado con todo al traste.
J. Piñeiro