A lo largo de esto que llamo mi vida,
He deseado ser muchas cosas:
Actriz, cantante, una mendiga.
Un ave, una flor, incluso una hoja.
A lo largo de esto que llamo mi vida,
He anhelado ser muchas cosas.
La mayoría de ellas tiene que ver contigo:
Un poeta, un músico, una diosa.
He querido ser un perro,
Ése que tienes como mascota,
El que duerme en tu cama y te huele la ropa.
El que se sienta en tus piernas y te lame con su boca.
He deseado ser el espejo en tu recámara.
Ése que te ve desnuda sin mencionar palabra.
El que se queda quieto y calla cuando te peinas por las mañanas.
Al que miras todos los días mientras ríes, lloras o hablas.
He anhelado ser tu blusa preferida.
Ésa que eliges usar en tus mejores días.
La que guardas con cuidado en tu armario,
Y te asusta cuando no recuerdas dónde la has dejado.
La que has tenido desde hace más de cinco años,
Pero no la botarías ni aunque se estuviese desgarrando.
He querido ser el color azul,
Porque siempre dices, es tu favorito.
Ése azul que sólo conoces tú,
Con el que sueñas pintar tu laberinto.
El que dices que se parece al mar y al cielo,
Pero no puedes describirlo porque es aún más bello.
Me gustaría ser el retrato de tu abuela,
Ése que colocaste detrás de la escalera.
Porque cada vez que lo ves te detienes y sonríes,
Y mencionas que lo pusiste ahí para que todos lo admiren.
Porque solías contarme que la amabas más que a nada
Y que lo darías todo por volver a mirarla a la cara.
Quisiera ser el árbol que crece en tu patio,
Ése en el que te recuestas por las tardes a diario.
Porque debajo de él te pones a pensar en no sé qué,
Y te pierdes en un mundo que nadie conoce.
Mientras yo te miro y te amo, con nadie a mi lado.
Patético y asustado, con el corazón en la mano.
Anhelo ser ese viejo piano que tocas.
Pues lo presionas con tus dedos y te quedas absorta.
Y mientras más lo haces más asciendes y flotas,
Hasta llegar al cielo donde no eres humana, sino esa diosa.
Y todos en la sala te ven, pero a ti sus miradas ni te rozan.
Por eso te amo, por eso me importas.
Por eso por ti, he deseado ser tantas cosas...