Ella entra por primeras vez al lugar
Los niños la miran asombrados
Y murmuran entre ellos,
No saben quién es,
Que viene a hacer.
Algunos, los más grandecitos y despiertos
Ya lo intuyen, saben que es la nueva
Porque viene muy cargada de láminas
De matemática, de lengua, de ciencias sociales,
Ciencias naturales, en fin cosas nuevas,
Que siempre traen ellas, y que los divierte,
Por aprenden mientras juegan.
Se cierra la puerta, y en ese saludo inicial,
Se acaban las incógnitas, ella se presenta,
Y les comunica a todos,
Soy Cristina la maestra residente
Y estoy aquí para que entre todos juguemos
A aprender
En esas pocas palabras mágicas
Esos niños que lo ignoran todo,
Ven en ella, en esa mirada tierna y bella
A la seño de los juegos y de las risas
La que todo lo saben, la que mejor lo explica,
La que trae dibujos de mil colores
En afiche gigantes,
La que los comprende y les regala golosinas
Cuando han cumplido con la tarea señalada.
Ella, se encontró con pequeños corazoncitos
Vestidos de blanco, los observa,
Y sin saberlo, jamás podrá olvidar cada carita.
Ese instante, la tierna señorita Cristina,
Gira poniéndose de frente al pizarrón
He ilumina con la tiza el aula.