josesotelo

DEJARLA IR, VERLA VOLVER

 

Dejarla ir, y de repente ver sus huellas

aun latiendo en el polvo de la calle

entrar en la desesperación

en vacilaciones absurdas

 

El alma comienza a desgarrarse

en sus intentos por salir tras ella

el corazón bombea como una locomotora

las piernas son dos disparos

la voz es la presencia del miedo  hecho carne

los huesos ya no son más esqueleto

son polvo en el viento

porque su ausencia es la muerte latiendo en los ojos.

Volver a meter tu alma en el cuerpo

en el cuero, en las concavidades

ser un espectro andando en la ciudad

dueño de un dolor tan profundo que no tiene fondo.

Y de repente sentir sus manos otra vez

es verla volver, con los ojos compota.

Con su alma también rota.

Sus ojos te devuelven la esperanza

aun sabiendo que esperanza se desprende de esperar

y esperar es lo peor que puede sucederte

porque esperar es no vivir el momento

y la vida es eso, una sucesión de momentos.